lunes, 2 de febrero de 2009

Antes quería entrar al colegio, pero ya no quiero.
Quiero defender a las ballenas e irme a un planeta donde la vida y la muerte no dependan de la plata.
Pero dedusco que mejor sería ponerme a estudiar y acostumbrarme a este mundo asesino...
Ahora tocar mi violín es lo único que me dá satisfacción (eso sonó feo) ,mejor dicho, me hace feliz.
Estoy lejos de mi novia, nisiquiera sé dónde está y no sé cuándo volveré a verla....
aunque me estoy acostumbrando a la soledad.
Me acuerdo cuando entré a ése colegio de mierda (el Centro Correcional Penitenciario) nos hicieron un tour por el colegio junto con una bienvenida muy cursi que me hizo sentir horriblemente mal y perdedora nada que ver con toda esa "gente bonita"
En la mañana alucinaba con que me sacaba el nobel de la paz y el de literatura, que mi inspiración era el amor que siento por mi novia, la cual estaba a mi lado y podía abrazarla cuando quisiera....
que podía vivir de mis libros y de mi violín apaciblemente en una casita rural que no estuviera al centro de la injusticia y junto a mi niña. Pero eso es mucho pedir, es demasiado pedir. Por eso no lo voy a pedir, lo voy a forjar.... aunque ni yo me creo que resulte.

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