no era más...

No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Puede que ni siquiera estemos en la misma ciudad, el mismo país, pero lo recuerdo, fuimos amigos.
En algún momento de la vida fuimos por el mismo camino y éramos amigos.
Y no estuve triste cuando nos despedimos porque nunca se me ocurrió que jamás te volvería a ver.
Y nunca jamás es un término tan rotundamente triste...
Es tan difícil encontrar a alguien cuando está tan perdido...

Nunca fuí normal

No siempre las cosas son como uno quisiera. En realidad, prácticamente nunca las cosas son como uno quisiera. A veces no hay que esperarse muchas cosas de la vida. De hecho siempre he creido que no hay inutilidad más grande que tener esperanzas. Otras veces hay que hacer como que uno encaja, como que uno no entiende, como que uno no se dá cuenta y éso es muchas veces porque simplemente no se sabe qué decir. Porque las palabras estorban y no son nuestro clímax de comunicación. Pero hay pocas personas dispuestas a detenerse un momento, ver más allá de su propia nariz y de entender pacientemente que somos todos iguales, que no hay nadie que sea de fierro y yo no puedo comprender por qué de un momento a esta parte terminé por convertirme en la hermana mayor.

ahora será distinto, porque antes cuando llegaba marzo lo único bueno que eso tenia era ver a los amigos. Ahora ya no será así, pero es porque ahora será algo nuevo y hay otras perspectivas y bla bla bla no sé qué decir, pero me siento mal.

Febrero

y así fue como pasó otro enero de mi vida.
No sé por qué pero este año lo he sentido distinto al resto... hay cosas que he dejado de percibir.
O será simplemente que esto de crecer no me está gustando mucho.

Ésto es de cerca del colegio. Siempre me han parecido tan sobrecogedores los amaneceres... hacen que todo parezca tener una razón de estar ahí, que el mundo se vea tan frágil y hermoso...