pero te encontré y es increíble, aunque aún no sé cómo hacer que nuestros caminos se choquen.

últimamente he caído demasiado bajo.

Es que esto está más que difícil, está hiper-cuesta arriba.

Ah, quiero llorar... no quiero recordar esto después como algo que nunca sucedió.

No se confunda, no es lo que piensa.

Perdóname, perdóname por haberte herido tanto, perdóname por haber sido tan egoísta, tan estúpidamente orgullosa, perdóname por no escucharte, por alejarte, por haber sido tan hipócrita si yo dije que te quería

¡Y ese era el problema!

Pero de sólo imaginarte en esas condiciones hace que me duela el corazón, incluso hoy. Lo único que quise siempre fue protegerte, aunque al final ya no fuera yo sino una sombra de lo que fui y hasta el día de hoy pago las consecuencias. Y puede que ya no importe, pero yo no soy así, no puedo ni quiero ser así y sin embargo soy cobarde y débil.

Y no me malinterprete.

¿Acaso existe algún lugar al que nos sintamos pertenecer?

Y el hombre siente el asco. El hombre se protege.

Pero aún así comparte el mismo destino que hasta la más miserable de las criaturas.

Y el hombre no comprende, y se angustia.

Le atrae la belleza de la creación, pero al mismo tiempo siente repulsión y pavor.

Hasta que llega el momento en que caen esas barreras, se derrumban los andamios sobre los que fue criado y desaparece el miedo, el asco, vida y muerte son una única cosa.

Pero en ese momento sólo nos queda la locura y la soledad.

Y nada que sienta en mi pecho, nada.

Toda cultura nace del olvido de un crimen.

I love your eyes, my dear.

Their splendid sparkling fire.

Y llorar al sentir lo frágil que es la vida cuando ves un zorzal buscando lombrices en un espacio de pasto de un metro cuadrado.

he is the most handsome guy that i see in my entire life.

Hoy llegué de la universidad y vi que mi mamá había dejado tallarines con salsa para que almorzara, así de además de comprobar la existencia de Dios constaté que es un ser bondadoso.

Y no sé por qué sentí una presión en el pecho.

Sentí que había traicionado.

Siempre tomando decisiones infinitamente incorrectas, pero es la verdad.

Y eso es lo triste.

Eso es lo que soy.

Dios, perdóname que es tu oficio, porque yo no puedo perdonarme.

En su mirada vivía el cuervo, su cuerpo era el dolor.

Ella era la noche y ella era el abismo en el cual yo quería caer.

Compuse varios poemas mentales en las noches coquimbanas pero no logro recordar ninguno. Pero no importa, creo que he recuperado algo importante.

(Redacción a la chucha)

Te odio Estados Unidos. A tí y a tu imperialismo absurdo.

En esta categoría entra Chile también, pero en versión pobre.