jueves, 29 de octubre de 2009

Afilada como una katana, la hoja mental corta la carne y el hueso.
Aunque mi mente esté en paz, el mundo es un caos. Faltando el calor interno, la vida se vuelve fría.
Debo encontrar mi camino, ya sea caminando por tierra, agua o fuego, los elementos que componen la obra magna.
Mi modus es operandi, es aleación.
La mayor recompenza es honor, no reconocimiento; en desacuerdo con éstos tiempos de guerras sin maestros.
Un independiente. El grito de batalla de un halcón.
Algunos viven, otros mueren.
Algunos luchan, otros sangran, hijos de una guerra de lágrimas.

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