domingo, 20 de septiembre de 2009

No quiero ir, no quiero verlo...
No lo soporto, ya no lo aguanto.
No crecí acostumbrado a la desesperación.
Mientras soy empujado al dolor, desvío la mirada, oculto mi rostro y retengo mis lágrimas.
Si caigo al suelo y sigo siendo arrastrado...
No lo quiero oír, no lo quiero oír...
Susurro y mis manos no se aferran a nada.
No lo puedo creer, no lo puedo creer...
Cobarde, más que cobarde.
Vil, más que vil.
Y muerdo mis labios mientras abrazo éste llanto sin lágrimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario