lunes, 28 de noviembre de 2011

Lo que no te mata te fortalece. Cuán cierta y cuán triste es esta afirmación.
En situaciones como ésta yo lloraría, querría escapar. Ahora no siento más que el eco de lo que alguna vez fui. Siempre es lo mismo: yo gritando a lo lejor, mil leguas bajo el mar. Nunca logro hacerme caso. Como si en vez de corazón ahora luciera una piedra.
Me gustaría que no te preocuparas por mi. O que te preocuparas de verdad.
Cómo me gustaría que confiaras en mi. (aunque ninguna garantía tengo)

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