Lo escencial es invisible a los ojos...la rosa . Dios, ¡la rosa!. Está sola y desguarnecida. Y todos los cascabeles del cielo se vuelven lágrimas. La rosa está sola. Sola. La rosa está herida. Está lejos y yo aquí... amarrado con espinas como las suyas, como las de la rosa. Y mi sangre no va a darle vida. Por más sangre que derrame la rosa no será más roja. El ruiseñor murió en vano. En vano fue su muerte. En vano la muerte de mi rosa. En vano mi dolor.
Profundo, profundo, he caído por un largo tiempo.
Río dulcemente como un pobre miserable. Incluso he perdido mis sueños, como un pobre miserabe.
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