¡Y ese era el problema!
Pero de sólo imaginarte en esas condiciones hace que me duela el corazón, incluso hoy. Lo único que quise siempre fue protegerte, aunque al final ya no fuera yo sino una sombra de lo que fui y hasta el día de hoy pago las consecuencias. Y puede que ya no importe, pero yo no soy así, no puedo ni quiero ser así y sin embargo soy cobarde y débil.
Y no me malinterprete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario