Y yo soy lo que yo quiero ser.
Sin embargo no existe un YO absoluto.
Ni uno real, ni uno falso.
Lo que ves de un YO no es más que un reflejo de tí mismo.
Y somos el yo que habita en todos.
Está mal ser uno.
Yo sólo veo lo que hay aquí dentro; y no puedo controlarlo.
Un mundo contenido en otros tantos...
y existo.... y me gustaría decir que luego pienso.
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